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¿Acaso se acerca el final de las contraseñas?

Pensemos que es el año 2050 y que las contraseñas son cosa del pasado, posiblemente algún familiar de pequeña edad nos cuestione cómo protegíamos nuestros dispositivos en el pasado, lógicamente responderíamos que mediante contraseñas siendo estas una combinación alfanumérica. Con esto muy posiblemente el menos nos cuestione con la siguiente pregunta: 



¿Porqué extinguieron las contraseñas? La respuesta es simple: biometría y certificados digitales.



El desafío con las contraseñas



No nos adelantemos demasiado. En cambio, volvamos a 2022.

 

 



Hoy por hoy, contar con demasiadas contraseñas es una molestia, y mucho menos crear y recordar contraseñas seguras que cumplan con requisitos específicos. Según el estudio de uso biométrico de Dell Technologies, crear, recordar y cambiar contraseñas con regularidad se considera una molestia para el 62 % de las personas. Además, se descubrió que cuando a los usuarios de todo el mundo se les presentaba una contraseña larga y difícil para acceder a una computadora bajo presión de tiempo, su estrés aumentaba un 31 % en cinco segundos y seguía aumentando incluso después de que los usuarios iniciaran sesión correctamente.

Estos resultados refuerzan que, para la mayoría de nosotros, una buena higiene de las contraseñas no es una prioridad; es, en cambio, una molestia. Ya sea que reutilice la misma contraseña repetidamente, use contraseñas débiles o las escriba en una nota adhesiva, muchos de nosotros estamos haciendo exactamente lo que nos han dicho que no hagamos. Para aumentar la seguridad, las organizaciones suelen exigir a los empleados que actualicen las contraseñas con regularidad y que se adhieran a los requisitos mínimos para crear contraseñas seguras. Sin embargo, esto no evita que los empleados tengan comportamientos que comprometan la seguridad por conveniencia.



Preocupantemente, estos comportamientos no están reservados solo en los adultos. Otro estudio revela que estudiantes ha explorado lo que saben acerca de las contraseñas y cómo las usan. Los hallazgos mostraron que los estudiantes más jóvenes  aprenden y comprenden las mejores prácticas de contraseñas, pero aun así muestran un mal comportamiento cuando se trata de ejecutar esas mejores prácticas. Una vez que los niños ingresan a la adolescencia, el estudio reveló que muchos comienzan a compartir contraseñas para construir amistades y confianza.



Entonces, si la mayoría de las personas entienden la importancia de una buena higiene de contraseñas pero nadie se siente obligado a practicarla, ¿a dónde vamos desde aquí?

Uso de biométricos



La idea de utilizar la biometría para identificar a un individuo tiene siglos de antigüedad. Existe evidencia de que las huellas dactilares se usaron como marca de una persona ya en el año 500 a.C. y que la tecnología biométrica existió durante varias décadas antes. Sin embargo, no fue hasta principios de la década de 2000 que esta tecnología realmente comenzó a aparecer en los dispositivos de los usuarios finales y, en la actualidad, la mayoría de las personas están familiarizadas con el uso de la biometría para desbloquear sus dispositivos y aplicaciones. Lo que parecía una novedad hace tan solo unos años cuando vimos por primera vez que las personas simplemente miraban sus teléfonos inteligentes para desbloquearlos, se ha convertido en algo común.



A medida que la biometría continúa ganando popularidad como una forma conveniente y segura de reconocimiento automático de usuarios, la contraseña tradicional será mucho menos atractiva tanto para los consumidores como para los corporativos. Adicionalmente, la tecnología que permite la biometría continúa avanzando con una mejor tecnología de sensores y el uso de algoritmos de comparación basados ​​en IA. Esto da como resultado una mejor experiencia de usuario al tiempo que mejora el modelo de seguridad.



Las características avanzadas de seguridad de los dispositivos, como los lectores de huellas dactilares y el reconocimiento facial, ahora están disponibles en multiples dispositivos y se utilizan como parte de una solución de autenticación de múltiples factores.

 

Pero quizás nos preguntamos, ¿por qué el uso de la biometría es más seguro que las contraseñas? Las contraseñas son una cadena de caracteres que un sitio web o servicio valida para permitir el acceso de un usuario. Las contraseñas seguras están diseñadas para ser difíciles de adivinar o replicar, pero incluso las contraseñas más complejas pueden ser robadas o comprometidas. Para asegurar las identidades de los usuarios, el uso de la autenticación de múltiples factores es cada vez más necesario para el acceso de los usuarios.

Algunas empresas se encuentran dando pasos agigantados y están llevando a un segundo nivel el uso de biométricos. En el año 2020, se hablo de un proyecto que tiene como objetivo, el poder identificar a las personas a través de su frecuencia cardiaca, esta al ser distinta en las personas.

Existe mucho camino por recorrer hasta que las contraseñas queden obsoletas, pero a medida que la tecnología biométrica se vuelve más sofisticada y más ampliamente adoptada, es solo cuestión de tiempo hasta que podamos olvidarnos felizmente de recordar contraseñas complicadas sin comprometer la seguridad. Mientras tanto, podemos aprovechar las bondades de un administrador de contraseñas para crear contraseñas seguras y almacenarlas en un lugar seguro así como utilizar la autenticación multi-factor.